Pintamos el tronco con témpera sólida. Yo pinté uno de muestra y las niñas hicieron sus propias versiones.
Hablamos de los colores del otoño y fuimos colocando la témpera en la paleta. Para conseguir el naranja buscamos la mezcla que necesitábamos (¡magia!). Con corchos de distintos tamaños y grosores estampados las hojas, algunas formando la copa y otras en el suelo.
Tan fácil que lo hicieron incluso mientras comían un sándwich 😉
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