Empezamos el día con ganas de pintar, asi es que con el pijama aun puesto nos pusimos manos a la obra.
Esta actividad no puede ser más sencilla y sin embargo siempre es un éxito asegurado.
Utilizamos un rodillo para extender bien la pintura y cubrir la mano de forma homogénea y ¡a divertirse!
Gusta tanto que decidió repetir por su cuenta mientras yo terminaba de desayunar. Ademas de un precioso resultado, pude comprobar que va genial en autonomía 😁
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